lunes, 23 de diciembre de 2013

El hombre bueno


Hay personas que se dedican a hacer cosas para lucirse y (o) lucrarse. Otros trabajan desde dentro y hacia dentro.
La primera vez que leí a Ignacio Aldecoa, lo imaginé frente a un papel y rodeado de diccionarios, buscando (y lo que es peor, usando) una colección de voquibles que le aseguraran un sillón en la Academia. Así que si alguna vez no sabéis qué leer, coged un Delibes.
Es en lo cotidiano, en la intrahistoria, donde hallamos las claves para entender ese país que, como muchos (¿como todos?), se debate entre pasado y futuro. Lo vemos, por ejemplo, entre Menchu y Mario (Cinco horas con Mario), entre Cipriano Salcedo y la Inquisición (El hereje) o entre papá y mamá en El príncipe destronado. En mi vida he conocido a más de una Menchu.  La novela Las ratas surgió de sus largos paseos por el campo, por el trato y la conversación que siempre fue capaz de mantener con personas de toda índole.
En El príncipe destronado vemos también el choque entre lo que los adultos consideramos importante y lo verdaderamente esencial que se desprende de nuestros actos y que, a veces, solo los niños son capaces de captar. Es una novela que te hace sonreír, a veces sin son. Recorre, hora a hora, un día de la vida de Quico, desde el despertar hasta el sueño, como recomendaría Aritóteles. A partir de los tres años, un niño comienza ya a entender la vida como un juego de mentiras, miedos y realidades: el mundo de los adultos, que se construye en un complejo entramado de experiencias, una amalgama de datos y palabras.
Como buen cazador, Delibes se hizo amante de la naturaleza. Era un gran observador y una persona sensible, así que su labor en el periodismo fue demasiado honesta y audaz para la dictadura; lo despidieron y se dijo que había abandonado por “motivos personales”.
Sorprende que no le censuraran sus novelas al completo, porque el mensaje implícito en todas sus obras siempre ha sido radicalmente contrario a la moral y el pensamiento reinante. Delibes no dogmatizaba, no es maniqueo. Trata con igual humanidad al perverso y al dócil. Pero su novelística rezuma una ética y unos valores, creo, universales, tanto en la defensa de la igualdad entre sexos como entre los individuos y de su dignidad. La ecología (mucho antes de la llegada de los hippies), la libertad de expresión y pensamiento, la compasión por el vencido y, casi siempre, derrotado recorren sus páginas. Como Cervantes, transmite una manera de ser. La de ser humano.
Entre el espejo y la lámpara, Delibes está entre los que buscaron el reflejo del mundo que les tocó vivir. Pero el suyo no es un cristal aséptico y frío: es un espejo inteligente, con corazón. Con el corazón de un hombre bueno.

PAP

viernes, 6 de diciembre de 2013

Libres


Cuando yo nací, Nelson Mandela llevaba 11 años en prisión. Le faltaban aún 16 años antes de que pudiera recuperar nuestra libertad.
Mientras yo iba conociendo el mundo en el que me tocó vivir, este Segismundo negro simbolizaba los principales valores en los que me enseñaron a creer: libertad, justicia e igualdad. Los representaba ex contrarii, pues no podía disfrutarlos. El día que salió de la cárcel, toda la humanidad fue un poquito mas libre y mejor.
Siempre habrá buenas y malas épocas, pero nosotros podremos enorgullecernos de haber vivido en aquellos días en que la defensa de un solo hombre provocó uno de los primeros síntomas de globalización, en el buen sentido de la palabra y en la era anterior a internet.
Decía Mandela que la historia cometía el error de recordar y ensalzar a unos pocos hombres, olvidando lo que aportaron otros muchos que murieron en silencio. Porque todos somos historia. Y entre todos podemos cambiarla, aunque unos pocos se empeñen en hacerla retroceder.

PAP

miércoles, 27 de noviembre de 2013

¡Rayos!


A veces te dicen que tienes que cambiar de camino. ¡Ni de coña! Realizado y redimido metafísicamente, quizás no viva otra vida, quizás no resuelva nuestro misterio. Cuando cada idea en la que has estado pensando es tan oscura como el cielo en luna nueva… Escucha a las sirenas. Vivimos con la muerte sobre nuestras espaldas. Sigue cerrando tus puertas, sigue construyendo tus suelos, sigue como antes. No puedes saber lo que es la felicidad hasta que no has sido completamente desgraciado. Podría escoger una senda: Podría escoger la palabra. Y con el volumen a tope, rellena la copa. Ya no creo en nada salvo en el dolor. Un eco que suena, una bala desatada. Todo lo que me falta, lo que me robaron, ya no lo necesito.

Eso nos vienen a decir estos chavales. Claro que mi traducción libre de algunos de los versos de Lightning Bolt, el nuevo disco de Pearl Jam, ni resume ni ilustra este icónico y ejemplar álbum tan esperado, solo aspira a compartirlo. Esta vez, desde la genial visión del chileno Carlos Vargas, que con su arte rinde tributo a la mejor banda de rock de mis tiempos. Agarraos.

PAP


miércoles, 20 de noviembre de 2013

El camino


No voy a aburriros con una de mis retahílas otoñales. O quizás sí.
El camino fue el título del séptimo álbum del dúo norteamericano The Black Keys, publicado hace ya un par de años, tras Brothers. Llegarán a ser dos títulos de referencia. La primera vez que los escuché me recordaron a The Black Crows por el nombre y a The White Stripes por la formación y el sonido.
Tienen álbumes algo irregulares, pero con canciones memorables y otras que te van enganchando en cada escucha. Sus letras son clásicas en su sencillez, cantadas con gusto y tino, y su música con sabor a rock resulta bailonga, para los que nos gusta movernos con una buena batería y un riff de guitarra. Y de vez en cuando sacan joyitas como la que esta noche comparto con vosotros.
La coreografía, aunque tiene su dificultad, puede ensayarse en cualquier rincón. Se abre la veda.

PAP


lunes, 30 de septiembre de 2013

La pela es la pela


A pesar de que la expresión ‘estar sin un duro’ debería haber caducado hace mas de diez años, mis alumnos mas jóvenes la entienden perfectamente, y quizás sea así siempre, pues aún se usa (y con demasiada frecuencia) lo de ‘estar sin blanca’, que era una moneda de la época del Lazarillo de Tormes.
No se sabe con certeza, pero se dice que la palabra peseta proviene del catalán peceta (‘piececita’), y aparece registrada ya en el diccionario de Autoridades (siglo XVIII). Se difundió sobre todo durante la Guerra de la Independencia aunque, hasta la Gloriosa, compartió compraventas con una veintena de monedas mas. A diferencia de otras monedas, apareció de hecho como billete, pues tenía un alto valor.
Durante la Segunda República comenzó a acumular heterónimos. Se la denominó rubia, pues sustituyó el busto del monarca de turno por la joven que simbolizaba a la República, en una moneda dorada. Las monedas de céntimos de peseta aparecieron con la figura de un león, y el humor español enseguida las llamó perras (chicas o gordas, según fueran de 5 o 10 céntimos).
Para hacer números importantes, la gente hablaba en duros. Un piso valía no sé cuántos mil duros; cuando yo era pequeño, había chicles malos, los de a pela, y buenos, que costaban un duro. A los duros se les denominaba pavos, pues parece que ese era el precio de un pavo en los años ’30 del siglo pasado. Y de ahí que, con bastante propiedad, en las traducciones de las películas norteamericanas, a los dólares se los denomine pavos de manera coloquial; ellos los llaman bucks, ‘ciervos’, pues en la época de la conquista del oeste una piel de ciervo valía un dólar.
Ya en los ochenta y los noventa, había que contar en talegos (mil pesetas), sobre todo en ciertos ambientes, y en kilos (millones de pesetas), en ciertos otros.
El euro es tan joven que resulta tremendamente aburrido. Se les comienza a llamar pavos, pero solo porque mola hablar como en las pelis.

PAP

viernes, 23 de agosto de 2013

Dardos


Te están esperando. Son pacientes, silenciosos, insistentes. Voraces hasta la muerte. Dueños de las siestas, de las noches y el ocaso.
Criaturas infernales, oscuros vampiros, siniestros zancudos de vuelo aleatorio, pero con un claro destino: tú.
Huelen a su víctima a una distancia que puede llegar a varios kilómetros. No se encuentran contigo… Te estaban buscando.
Es el olor de la sangre, de tu sangre, que ellos han elegido y que chupan, sorbiendo a ritmo lento, rutinariamente, con ciega devoción.
Eres un gin-tonic provechoso, un gazpacho templado envasado en piel.
Serán criaturas de Dios, te dices, y quizás solo eso justificaría tu ateísmo.
Y, al borde de la desesperación, te preguntas si no será este el planeta de los mosquitos, si la verdadera finalidad de tu vida no es, quizás, que ellos alimenten a su prole de cínifes implacables, de dardos de tortura.

miércoles, 31 de julio de 2013

De las rosas

Dice Sansón Carrasco para alabar la popularidad de la primera parte del Quijote que “los niños la manosean, los mozos la leen, los hombres la entienden y los viejos la celebran” (Don Quijote de la Mancha, II, 3).
Sin lugar a dudas es patrimonio de muy pocas obras esta diversidad de lecturas que permite la novela y la hace, no solo permanecer en nuestra memoria, sino ir creciendo en nosotros, mientras ensanchamos su comprensión, y, en última instancia, conformar nuestra visión del mundo.
El principito es entrañable desde la dedicatoria, que el autor dirige a su mejor amigo. Me lo regalaron unas navidades, cuando apenas contaba siete años. Recuerdo la desazón que me produjo ver el sombrero, y no el elefante engullido por aquella boa. Pero me sedujo el protagonista de esta poética narración, un niño que nunca renuncia a saber la respuesta de cualquier pregunta que le asalta; vive en un pequeño planeta, con tres volcanes (uno de ellos inactivo) y una rosa, donde crecen peligrosos baobabs, que se creen muy importantes porque son grandes, y el principito tiene que arrancarlos para que sus enormes raíces no destruyan el asteroide.
A partir de la adolescencia, empezaron a hacerme gracia el monarca absoluto razonable, pero sin súbditos, el vanidoso a quien nadie admira o el hombre de negocios que cree atesorar todo lo que cuenta y anota. Es una novela de hombres solitarios, presos de un destino trágico que los encierra en un mundo donde cumplen su misión, que no sirve para nada.
Después constaté que “solo podemos ver bien con el corazón. Todo lo esencial es invisible para los ojos.” Como el amor con su rosa. Su rosa es bella y algo orgullosa, y requiere a todas horas la atención del principito.
Antoine de Saint-Exupéry fue uno de esos primeros pilotos que conquistaron los cielos. Una noche como la de hoy desapareció en un vuelo sobre el mar Mediterráneo. Si miráis hoy al cielo, sonreíd. Y nunca, nunca dejéis de mimar y regar cada día vuestra rosa.

PAP




jueves, 18 de julio de 2013

Leyenda del Tiempo


Contaba Jorge Guillén que, estando en compañía de Lorca, “no hace frío, ni calor; hace Lorca”. Y así llevo yo como tres años… O toda la vida, desde que mi madre, luna lunera, memorizaba conmigo poemas o estrofas que yo adoraba por su sonoridad, aunque apenas entendía. Pero en poesía no todo debe entenderse: debe sentirse, debe emocionar.
Y Lorca no se lee. Se escucha. En pocos seres como en él hallamos el verbo y la música hechos carne. Lorca es tradición y novedad, folklore y vanguardia. En sus versos resuenan una lírica y un saber ancestrales, pero también los clásicos. Unos y otros se refrescan y vuelven a cobrar vigencia con nuevas connotaciones, y continúan en la memoria colectiva, participando de la eternidad.
Son ecos del pasado que sirven para interpretar un presente, a menudo angustiado u oprimido, en constante búsqueda del ser, de lo que se es y de lo que se podría haber sido, en una simultaneidad cuya constatación (o intuición) desgarra el alma.
En Así que pasen cinco años, se canta:
Sobre la misma columna,
abrazados Sueño y Tiempo,
cruza el gemido del niño
la lengua rota del viejo.
Tiempo. Es el dueño de la vida; y de la muerte. El tempus fugit clásico está presente en estos versos, pero transformado en algo nuevo. Es barroco y es tradicional; también vanguardista: “Ayer y mañana comen / oscuras flores de duelo”.
Sueño. Bajo una perspectiva casi calderoniana, sueño es lo que somos. Pero para Lorca el sueño es, además, lo que fuimos antes de ser, lo que somos mientras seamos, lo que seremos tras haber sido.
El tiempo es nuestro límite. Es el límite del sueño, marcado por el día y la noche, por el sol y la luna, entre esos momentos confusos, amanecer y anochecer, que en realidad son el mismo crepúsculo. Es la cola del sol, la garganta de la luna, en la gongorina metáfora de la “Casida IX (De las palomas oscuras)”.
Pero el destino trágico ya viene anunciado desde la primera estrofa…
El Sueño va sobre el Tiempo
flotando como un velero.
Nadie puede abrir semillas 
en el corazón del Sueño.
En el combate que siempre perdemos contra la Muerte, el poeta plasma una de sus obsesiones: una vida estéril, un sueño que no produzca frutos. Y, si las anémonas formaban un colorido coro de impulso vital, la noche helada canta nuestro seguro destino.

PAP

El beso, Federico García Lorca

miércoles, 12 de junio de 2013

Canciones de mi verano


Hay textos que tardo meses en pergeñarlos. Otros, como este, los escribo sobre la marcha.
Después de un día largo de trabajo, he llegado a casa y me he puesto música… Por suerte mi salón es bastante grande. Y mis paredes, de ladrillo.
De la lista de reproducción que me ha salido, me grabé un CD que me acompañará, creo, todo el verano que está a punto de entrar. No digáis que no os avisé.
Gotye ha sido uno de los regalos que Radio 3 me ha hecho este invierno.  Camino  Viladecavalls a menudo, a veces acercándome a Barberà. Este tema me hizo conocer al artista, a eso de las 7.35, saliendo del garaje. En el estribillo (a partir del minuto treinta y dos segundos) parecía un tema inédito de Sting. Aunque este cantautor belga tiene muchos mas registros.

Sus vecinos franceses Phoenix explotaron con la pegadiza “Entertainment”. Un bombonazo (como diría alguno) que bajo su aparente comercialidad nos ofrece una letra mas que interesante.

Y siguiendo en el país del buen vino, des-carados como siempre, Daft Punk han resurgido, como el Fénix, de sus propias cenizas y de las cenizas de las últimas cuatro décadas de música de baile. Cualquiera que haya pasado alguna noche danzando hasta el amanecer, no podrá dejar de hacerse suya esta canción. Los que no, tampoco.



PAP
PD: Gracias a todos los que me recordasteis que os apetecía seguir leyéndome. ¡A vuestra salud!

sábado, 8 de junio de 2013

Intangibles


Entre los ochocientos canales y programas de televisión que nos ofrece el mando a distancia, hay cosillas que se dejan ver. Hoy confesaré mis últimas adicciones televisivas. Programas de menos de una hora de duración cuyo influjo suele extenderse en el tiempo. Momentos de evasión, a solas con nosotros mismos y un montón de píxeles, en los que la rutina diaria pasa a un segundo plano.
En clau de vi (C33) es un programa de temporada, que se prepara con la misma meticulosidad que los vinos sobre los que nos hablan en una oda audiovisual exquisita. En una de las secciones se hace la cata de un vino, recomendado la semana anterior. Mientras dura el programa, los domingos por la tarde me bebo un buen vinito con ellos y de paso voy aprendiendo a degustarlo.
Top Gear (Energy) es, como su nombre, un programa de importación. Tres tipos con tres caracteres distintos llevan adelante un magazine humorístico de coches. Desde vehículos de gama baja hasta los superdeportivos pasan por una serie de pruebas inverosímiles y análisis tan profundos y profesionales como absurdos, que no disimulan su subjetividad. Un fantástico cócktail de humor británico y flema inglesa sobre cuatro ruedas.
Singulars (C33) es una de esas experiencias que le convierten a uno en mas persona. En breves entrevistas, el vehemente, a veces casi histriónico, Jaume Barberà, nos ayuda a comprender el complejo mundo en el que vivimos, de forma sencilla y accesible a todos los públicos.  Saber, pensar pueden no aportarnos felicidad, pero aumentan la inteligencia. Y la conciencia.

PAP


martes, 28 de mayo de 2013

La arruga es bella


La otra noche volvió el sonido de la Primavera. La otra noche volví a gozar como en una de aquellas noches en la sala Camelot, hace veinte años.
La noche comenzó de día. Exceso de luz y de frío, que apenas permitió a un público mayoritariamente guiri entrar en calor. Vi un trocito de los Pixies, en la variante femenina que lideró Kim Deal, llamadas las Breeders, que volvieron para salpicarnos con su Last Splash.
Algo antes, a la hora de la siesta, había tocado Mulatu Astatke, al que me perdí… Mala hora para un concierto, los viernes a las 17.30.
Luego vinieron The Jesus & Mary Chain, que, incombustibles, predicaron con su acostumbrada inyección eléctrica. Memorable.
En un festival de música uno va a ver imprescindibles, pero también para descubrir… En esta ocasión, la palma se la llevó la sensibilidad electrónica del cantautor y teclista James Blake. El zagal recuerda a Antony Hegarty, y parece sintetizar en uno los diversos proyectos de este, Antony and the Johnsons y Hercules and Love Affair, con algo de trip-hop por el camino.
El broche de la noche lo puso Blur, a quienes por fin pude tachar de mi lista de pendientes. Comenzando con Girls & Boys se pusieron el listón muy alto, pero tocaron como si jamás se hubieran separado, y nos mantuvieron en vilo durante la hora y media de concierto que, lógicamente, supo a poco.
La organización, milimétrica. Horarios, servicios (incluidos numerosos urinarios), disposición de los escenarios, accesos y demás funcionaron como un reloj, lo cual es de agradecer en un macroevento como este. Aunque solo fuera para estas cosas, el Fórum es un espacio privilegiado. Frente al mar, bajo la luna llena… Próxima parada: Cruïlla.
La arruga es bella, si se debe a la experiencia.

PAP

miércoles, 22 de mayo de 2013

Si no sabes, ¿pa qué te metes?


Quiero escribir las líneas mas tristes esta noche.
A sus 35 años, esta agostada timocracia va en camino de dar a oscuridad su séptima ley educativa, con tanto ruido como la montaña que parió un ratón, aunque con efectos mas corroedores. La LOMCE nos llega como cabezazo contra el toro de piedra y con cierto tufillo a Decreto de Vieja Planta, ahora que se acerca su funesto tricentenario. Pero ¡ojo! También nosotros hemos aprendido la lección.
Sé que algunos esperáis que me acuerde de los muertos del actual ministro de Ignorancia, o que lo tache de mentecato analfabeto o destaque su sospechoso parecido a Gollum, pero no haré tal cosa.
Seguramente os preguntaréis cuántas lenguas domina ese siniestro tipejo… Desde luego, dudo que ninguna de las constitucionales, y no sé hasta qué punto la preconstitucional… Pero debe de ignorar por completo su(s) literatura(s), y por eso la(s) hará desaparecer como asignatura de los nuevos planes de estudios.
Desconozco qué opinará mi antiguo profesor y actual director de la RAE, pero sí que intuyo lo que piensa mi Maestro, su hermano Alberto. A él querría plantearle ahora algunas dudas sobre los peligros que acechan a mis alumnos cuando descubren que la abulia de nuestra sociedad ya fue combatida con la letra hace mas de un siglo; que las falsas bulas de aquel devoto amo de Lázaro tienen su paralelismo en las preferentes (con distintos cómplices); que un poeta creyó que “la España de charanga y pandereta” algún día podría progresar; que se pueden entender las ideas, que se puede conocer la realidad, mas allá de vislumbrar su sombra desde la caverna. Queridísimo Alberto, mi maestro del alma, mi maestro: ¿por qué no me advertiste de esos riesgos?
Es mucho mejor volver a la lista de los reyes godos. Con eso sí que se aprendían cosas útiles.
Wert, que no quiero verte. Preferiría no hacerlo. Y mejor que sea así, pues te haría probar, de mi triste otoño, el dulce fruto. Y pues tu vida es sueño, y tus sueños, pesadillas son, a las ancladas piedras de las fosas te requiero. Vale.

PAP