viernes, 6 de diciembre de 2013

Libres


Cuando yo nací, Nelson Mandela llevaba 11 años en prisión. Le faltaban aún 16 años antes de que pudiera recuperar nuestra libertad.
Mientras yo iba conociendo el mundo en el que me tocó vivir, este Segismundo negro simbolizaba los principales valores en los que me enseñaron a creer: libertad, justicia e igualdad. Los representaba ex contrarii, pues no podía disfrutarlos. El día que salió de la cárcel, toda la humanidad fue un poquito mas libre y mejor.
Siempre habrá buenas y malas épocas, pero nosotros podremos enorgullecernos de haber vivido en aquellos días en que la defensa de un solo hombre provocó uno de los primeros síntomas de globalización, en el buen sentido de la palabra y en la era anterior a internet.
Decía Mandela que la historia cometía el error de recordar y ensalzar a unos pocos hombres, olvidando lo que aportaron otros muchos que murieron en silencio. Porque todos somos historia. Y entre todos podemos cambiarla, aunque unos pocos se empeñen en hacerla retroceder.

PAP

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