domingo, 14 de septiembre de 2014

Nel mezzo del cammin


En el principio, era el descapotable. Allá por 1910, Cadillac comenzó a fabricar coches con techo fijo para combatir las inclemencias del clima. No obstante, muchos cabriolet han generado una mística de la conducción, como el Porsche 356 (en el que se mató James Dean),  el Corvette C1, el Jaguar E type, el Ford Mustang o el Mercedes SL descapotables.
A comienzos de 1991 yo vivía en Estados Unidos. Como no podía ser de otra manera, jugaba a voleibol. Un par de días a la semana venía a recogerme Earl, el sobrino del mejor jugador de volei al que he conocido, Mr. Zeeman.
Earl tenía un Mazda Miata (MX-5) que, incluso en pleno invierno, descapotaba para complacerme. En cierta ocasión me preguntó si sabía conducir un coche de marchas. Las ganas de ponerme al volante me obligaron a mentir, así que, en el párking de un enorme centro comercial, conduje por primera vez con embrague. Aunque tampoco debería confesarlo, ya había hecho mis escarceos con algunos automáticos… El caso es que desde entonces he soñado con tener un roadster, es decir, un biplaza descapotable con tracción trasera. Y ya tengo el mío.
Pensé que sería el coche que me compraría en cuanto me sacase el carnet y consiguiera ahorrar, aunque la realidad se impuso y mi primer vehículo a cuatro ruedas fue un R-5 de segunda mano.
Después tuve un Seat Ibiza, nuevo, que compartí con mi pareja durante diez años. Y mas tarde el Volvo S40, un extraordinario coche familiar que llegó poco antes de mi separación y que me sigue llevando a trabajar, o adonde quiera.
Desde muy pequeño me han apasionado los coches. Antes de que me fuera permitido, ya me gustaba conducir. Ahora seguiré haciéndolo, por pura diversión, con el cielo como techo, con mi calva al viento, con una nueva excusa para seguir en marcha.

PAP

martes, 2 de septiembre de 2014

OtroVideo


Cuando en los años ’80 nació la MTV, un canal de televisión que emitía música como contenido fundamental, la canción tuvo que aliarse con el cine para participar de las ventajas que ofrecía un nuevo género: el videoclip.
No voy a aburriros con Historia, pues cada uno de nosotros tiene, al menos, un videoclip que recuerda con detalle, asociado a fechas, lugares, personas, que configuraron ese instante de su pasado.
Música e imagen unidas, aunque parezca de perogrullo, tienen una compañera que no les debería ser extraña: la danza. La videodanza es un formato que está creciendo desde hace años, y que ha dado lugar a creaciones artísticas interesantísimas. Y hablar de baile me lleva a hablar de otras danzas (o de OtraDanza, esa compañía que llevo tatuada) es decir, de danza contemporánea. Arte, es decir, placer. Un goce estético, como decía Ortega (y ya apuntaba Kant), pero que pone en vilo todos nuestros sentidos, y provoca que el alma se asome a flor de piel y la mente mucho mas allá.
A vosotros os dejo que vayáis descubriendo la música de Sia, a vuestro aire, y que investiguéis sobre Maddie, el hada mas tierna e hipnotizante desde Campanilla y el verdadero gancho de este agridulce videoclip.

PAP

viernes, 6 de junio de 2014

El mal gobierno


La eclosión del bandolerismo catalán tuvo su origen en el siglo XV, y se desarrolló a lo largo de los dos siglos siguientes.
Cuando Fernando, rey de Nápoles y heredero a la corona de Aragón, se casó a escondidas con una de las aspirantes al trono de Castilla, Isabel, contó con partidarios que apoyaron ese proyecto. No obstante, no faltaron entre los nobles catalanes quienes preferían otros enlaces, con el otro lado de los Pirineos.
La situación de la nobleza catalana empeoró con el reinado de Felipe II. Esa incipiente burguesía que nació con el estado moderno, que además de enriquecerse producía y aportaba riqueza a estas tierras, no pudo competir frente al auge del comercio con América (o desde), coto privado de Castilla hasta el siglo XVIII.
De modo que desde el siglo XV ya se fueron forjando bandos, de donde deriva la palabra bandoleros. Los dos principales bandos eran los llamados nyerros y cadells. Los nyerros (del señor de Nyer) reunían a la nobleza catalana que era mas partidaria de mirar hacia Francia y el Mediterráneo. Los cadells representaban a las clases populares y la nueva nobleza procastellana.
Las pestes, los años de malas cosechas se fueron acumulando a lo largo del siglo XVI. Las guerras por mantener la hegemonía en Europa propiciaron que se multiplicaran los abusos de los soldados en su tránsito, entre otras, por tierras catalanas hacia las constantes batallas europeas, y de vuelta… Aunque estos tenían derecho a decomisar sal y vinagre,  a menudo se apropiaban de todo cuanto les venía en gana. Progresivamente, los Felipes fueron dando los principales cargos políticos y eclesiásticos, y los nuevos títulos nobiliarios, a la aristocracia castellana.
Y mientras tanto el oro de las Indias, donde según Quevedo nacía honrado, “viene a morir en España / y es en Génova enterrado”. En su camino hacia los banqueros genoveses, cargamentos de oro y plata pasaban por Cataluña, y fueron objeto de numerosos asaltos por los bandoleros.
Del bando de los nyerros, Perot Rocaguinarda (el Roque Guinart de la II parte del Quijote) fue un bandolero que se convirtió en legendario, y que fue perdonado junto a toda su banda a cambio de servir en el ejército en Italia,  dirigiendo a su cuadrilla.
Joan Sala perteneció a una familia de agricultores bien situados, vinculada a la baja nobleza catalana, también del bando de los nyerros. Su abuelo había sido alcalde de Viladrau en el siglo XVI. Pero a comienzos del XVII, las cosas eran distintas… Su hermano mayor Antoni (l’hereu, heredero) anduvo un tiempo con la cuadrilla de Perot lo lladre (el ladrón), es decir, de Rocaguinarda, para regresar de nuevo a la masía familiar, el Mas la Sala, en Viladrau, y hacerse cargo de la misma. A raíz de un par de incidentes, Joan Sala se introdujo en el bandolerismo, y lideró su propia cuadrilla. Tras casarse con una joven heredera (la pubilla) del mas Serrallonga, en Querós (cerca de Sant Hilari Sacalm), adquirió ese alias, y se convirtió en uno de los bandoleros mas buscados de su época. Robó, secuestró, asesinó. Lo perseguían “los hombres del rey”, lo ayudaron algunos nobles y eclesiásticos catalanes y franceses; aunque también lo acogió toda clase de gente: como castigos ejemplares, se encarceló a toda la población de Roda o se derruyeron todas las casas de Querós. Fue traicionado, preso y ante la amenaza de tormento (torturas) confesó sus delitos. Tras el juicio, fue desorejado, descuartizado en la plaza pública y su cabeza fue expuesta en la puerta de Sant Antoni de la ciudad de Barcelona. Pero el pueblo primero y el Romanticismo después lo convirtieron en admirado y ejemplar personaje mítico. Se dice que su divisa y su grito de guerra, que devendría proverbial, era: Visca la terra i mori el mal govern!

PAP

Mas la Sala

sábado, 10 de mayo de 2014

Un teatro en libertad


Aunque la introducción, el desarrollo y la conclusión de esta loa podría resumirse en el título, no os hagáis ilusiones.
El Teatre Lliure es un teatro independiente que nació allá por 1976 como una cooperativa de jóvenes talentos que tenían una doble finalidad: actualizar las grandes obras del teatro clásico y estrenar las producciones contemporáneas con mensaje que quedaban fuera del circuito de teatro comercial. Literatura universal en lengua catalana para que ese gran público barcelonés con intereses culturales tuviera un lugar de donde salir con las conciencias despiertas.
Así ocurrió este invierno cuando asistí de nuevo a una nueva versión de Un enemigo del pueblo, de Ibsen. Y pasada por las manos de don Juan Mayorga, hablamos de palabras mayores. La puesta en escena es espectacular. Presenta  un escenario móvil semicircular que cambia el espacio con sus desplazamientos, y que con pocos elementos, casi por metonimia, lo transforman en otro lugar. En el clímax de la obra, esa escena en que el doctor Stockman se enfrenta a una especie de asamblea popular (Acto IV), el patio de butacas se ilumina y los actores que representan al pueblo, y que increpan al protagonista, se mezclan entre el público, como es tradicional en el siempre mutante Lliure:
“Las verdades reconocidas por la mayoría no son otras que las que defendían los pensadores de la vanguardia en tiempos de nuestros tatarabuelos. Los que somos la vanguardia de hoy no las queremos”. (trad. Max Lacruz)
No me entusiasmó la musicalización de la obra, aunque tampoco resulta un despropósito, pues subraya el enfrentamiento colectivo (coral) e individual (solo) presente en la obra.
El Lliure no tiene reservado el derecho de admisión. Solo con pagar la entrada (para lo que ofrecen interesantes descuentos y bonos), uno puede pasar. Cada vez que salgo de allí siempre me toca escuchar la crítica (a veces furibunda y mordaz) de alguna señorona enjoyada (o no) de mentalidad talibanoburguesa.
Para eso sirve un teatro en libertad: para salpicar nuestras ideas... y sacudir las mentalidades “plebeyas de espíritu”.

PAP

miércoles, 26 de marzo de 2014

Cansado


Uno, dos y tres.
Ella es verdaderamente de izquierdas porque ha estado allá en el sur y ha tenido campesinos entre sus brazos.
Me dijo:
–Puedo contarte historias que podrían hacerte llorar, ¿y tú?
–Yo también –contesté–. Puedo contarte una historia que te hará llorar.
Y ella suspiró:
–¡Ah!
Yo le dije:
–Quiero ser un cantante como Lou Reed.
–Me gusta Lou Reed –me dijo clavándome la lengua en la oreja.
–Venga, vamos a sentarnos y hablemos. La política va tan bien con cerveza… Y mientras estamos en ello, cariño, ¿por qué no me cuentas uno de tus mayores miedos?
–Perder el pene con una puta enferma –dije–. No, es broma. Perder mi vida por una puta enferma.
–¿Perdón? –dijo ella.
–Perder mi vida por una puta enferma –le dije–. Por favor… Soy un tipo normal con un deseo sano. No me pegues ninguna mierda porque…
HE ESTADO CANSADO
Cuento la historia de una chica, pero yo la llamo mujer. Es un poco mayor que yo, piernas fuertes, cara fuerte, voz como la leche, pechos como un racimo de uvas. No puedo escapar de sus maneras de hacer que me empalme. Ella te hará sentir como Salomón. Te hace preocuparte por los niños, aunque no tengas ninguno.
(Y mientras estamos en ello, cariño, ¿por qué no me cuentas uno de tus mayores miedos?)
Me quitó el sueño después de dejarme las lumbares ardiendo. Pero no pasa nada, porque…
HE ESTADO CANSADO
Verdaderamente cansado.
“I’ve been tired”

GLOSA: La canción relata un encuentro entre un hombre y una mujer.
Aunque el sur de Estados Unidos es tradicionalmente de derechas, la ironía alcanza también a cierto aire de superioridad de los yankees frente a los sureños; además su argumentación parece revelar que ella es algo ‘fresca’.
¿A qué viene contar una historia que provoque el llanto a un desconocido? ¿Sucede eso en los encuentros amorosos de pago? La historia triste parece consistir en que el protagonista masculino quiere ser cantante, pero no como Julio Iglesias o George Michael, sino como Lou Reed, un cantante que haría huir al 99.99% del público femenil. Y sin embargo, ella lo invita a sentarse y charlar. Deducimos por tanto que se trata de una prostituta, que le habría hecho la misma invitación aunque él hubiera hablado de Eskorbuto o los Mojinos Escozíos.
Y luego viene lo del secreto, los miedos inconfesables… ¿A perder el pene? ¿A contraer alguna enfermedad venérea?  A morir, sin duda. El “¿perdón?” puede deberse a que ella no le estaba escuchando, o a que se hace la indignada.
Y el cansancio, gran enemigo de la pareja y del coito. ¿Procede aquel del propio coito? ¿O de su vida, su trabajo? ¿Es una consecuencia de alguna enfermedad? ¿O se cansó del sexo en el pasado?
Y por último llega la referencia a Salomón y el Cantar de los Cantares, quizás el pasaje mas bello de la Biblia, mezclado con la alusión a unos hijos que quizás no tenga ni llegue a tener.
Sexo, religión, música, agotamiento: un cóctel místico y vulgar propio del mejor punkrock de la historia. Herederos de la poesía beat, practicantes del surrealismo, nietos de un expresionismo posmoderno, los Pixies vienen al Primavera Sound. Y, esta vez sí, los veré en directo (toma prolepsis). No sabía cómo decirlo, pero es que he estado cansado...

PAP

sábado, 15 de febrero de 2014

A la sombra


Little Richard fue el príncipe del rock and roll  (cuyo trono, dicho sea de paso, debería ocupar Chuck Berry). Pero le tocó nacer en una época en que ser negro, rockero y homosexual era casi todo lo peor que se podía ser para la puritana sociedad “bienpensante” que, desde la génesis del país, está arraigada en los Estados Unidos.
No fue su limitado éxito consecuencia del instrumento que tocaba con precisión felina, pues el genial, blanco y donjuanesco Jerry Lee Lewis sí obtuvo el beneplácito del público aporreando un piano e imitando sus gorgoritos.
Se cuenta que una de sus mejores creaciones, “Tutti Frutti” (un eufemismo para decir homosexual), surgió en el descanso de una de sus actuaciones, cuando improvisó, al ver pasar un trasero de su gusto: “Tutti Frutti / good booty!”. Evidentemente, la canción no se grabó con ese mensaje, y mucho menos con la alusión al lubricante que facilitaba la penetración anal a la que se referían los versos siguientes.
Little Richard murió en las mismas fechas que Mandela, con lo que incluso el adiós al predicador del rock volvió a quedar oculto.
El otro día, ni siquiera yo recordaba su nombre en mitad de una conversación… Aunque, de no ser por ese lapsus, me habría olvidado de buscar una de mis cuartillas traspapeladas y publicar este recuerdo.

PAP

viernes, 14 de febrero de 2014

Tom


Habla cinco o seis idiomas. Trabajó en Alemania durante más de tres lustros. Allí estudian sus dos hijas universitarias, que le iluminan la mirada con solo nombrarlas.
Tom no deja de sonreír mientras habla, incluso cuando cuenta que abandonó su país con apenas diecisiete años, o que su empresa alemana cerró y tuvo que volver a comenzar de cero, aquí, hace seis años.
Tom es nigeriano y habla catalán. (Le gusta Fela Kuti). Es taxista en Barcelona. Y el día que me llevó a casa estaba feliz por poder trabajar un domingo de madrugada, privilegio que debía a las fiestas de la Mercè.

PAP