viernes, 14 de febrero de 2014

Tom


Habla cinco o seis idiomas. Trabajó en Alemania durante más de tres lustros. Allí estudian sus dos hijas universitarias, que le iluminan la mirada con solo nombrarlas.
Tom no deja de sonreír mientras habla, incluso cuando cuenta que abandonó su país con apenas diecisiete años, o que su empresa alemana cerró y tuvo que volver a comenzar de cero, aquí, hace seis años.
Tom es nigeriano y habla catalán. (Le gusta Fela Kuti). Es taxista en Barcelona. Y el día que me llevó a casa estaba feliz por poder trabajar un domingo de madrugada, privilegio que debía a las fiestas de la Mercè.

PAP

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