lunes, 15 de agosto de 2011

Cata rica en el Kibuka

El Kibuka es un restaurante de Barcelona que imita las tabernas tradicionales japonesas. El local es pequeño. La comida, inmensa. Nada más entrar, en la barra que encuentras a la derecha, unos hombrecillos asiáticos se afanan a preparar el sushi y el sashimi. Tras aquella, al fondo, dos mesas grandes, para sentarse en grupo o para compartir con otras gentes desconocidas que vayan llegando. El resto del local lo componen un amasijo de mesas diminutas para dos comensales o, juntándolas, para cuatro. El personal del Kibuka, joven, atento y servicial, se desplaza entre esas mesitas con movimientos exactos, con la facilidad de una bailarina y la diligencia de un hombre de Wall Street, como un atún entre el banco de congéneres.
Es recomendable comenzar por edamame, unas judías deliciosas con un punto amargo. Imprescindible probar los fideos kimuchi yaki-udon. La base de la comida o cena puede ser una combinación cualquiera de las bandejas variadas de sushi (entre 16 y 19 €, combinan sashimi, sushi, maki), aunque también se pueden pedir nigiris (a 2-3 € la pieza) o bandejas de sashimi (5-7 €, tres piezas) de los pescados que más os gusten. Acompañado por un verdejo de Rueda, como un José Pariente (15 €), que a veces podrían servir algo más frío, un par de personas comen muy muy bien con unos 25-30 € por cabeza. De lo mejor de Barcelona en esta especialidad, a precios nada desmesurados.
La taberna está abierta de 12 a 12, aunque es recomendable asistir en horarios europeos, para evitar una espera que podría alargarse un par de horas... Y es que en el establecimiento de la calle Goya no se puede reservar, salvo para grupos de más de ocho comensales. No obstante, Kibuka dispone de otro local en la calle Verdi, en forma de restaurante-cocktelería, donde sí es posible asegurar el tiro.
El Kibuka es un lugar idóneo para convertir una cita interesante en nutritiva, una reunión de departamento en una celebración, una cena de amigos en un festín, el condumio en una experiencia memorable.



PAP

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