viernes, 14 de julio de 2017

El festival del verano


Hace días que no pergeño unas líneas, pero he andado agotado y el cansancio y la capacidad expresiva son grandes enemigos. Liberado –casi– de otro curso más y tras un notable bodorrio, volví al Cruïlla. Debería hablar de varias cosas que se me agolpan en mi memoria reciente: volví a ver a Youssou N’Dour, me crucé a mi exalumna melómana (empieza a ser habitual), me deslumbró Gi (el hada que apareció y se esfumó de forma recurrente), engañé a mi amigo F para que compartiera este festival por el que profeso devoción y me desplacé, como toca, en trenes y taxis.
Centrándome en la música, además de Youssou, Two Door Cinema Club y Patrice fueron para mí las estrellas del primer día.  El sábado, Dellé, Parov Stelar y The Prodigy, sin olvidar al supergrupo de Toumani Diabaté e hijo, con Fatumata Diawara y compañía... Pero el domingo, en esa sesión entre adolescente y de clausura (la primera parte no me entusiasmó, teniendo en cuenta el tema de mis vacaciones), brilló Jain, en el mismo escenario en que Jamiroquai o Pet Shop Boys no habían dado la talla en las noches anteriores. Ella solita, con su looper, se basta y se sobra para llenar un escenario enorme y para hacer bailar, de manera ininterrumpida, a varios miles de personas (escasos en el orbe, pero abundantes en este festival).
Mi última imagen, mientras salíamos el domingo, fue la de una pareja con sus dos hijos pequeños (menores de 10 años), cogidos todos de la mano y tarareando y saltando al ritmo de ‘Makeba’ , una canción que, por cierto, evoca a la artista fallecida en 2008 que nos regaló, junto a su activismo, alguno de los temas más bailongos de la historia de la música, o de la música negra, si es que no resulta redundante.

PAP



1 comentario:

  1. Dada la situación personal, eso sí, escojida ( dicen que sarna con gusto no pica) no dispongo del tiempo deseado para acudir a conciertillos bien acompañado. Pero este año, al que ya le tenía el finde reservado desde julio del año pasado, no pudo ser. Vuelvo a reservarlo con la esperanza de que años venideros sean mas propicios.

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