viernes, 15 de enero de 2016

En la onda


Hace más de un cuarto de siglo que mi tío G, desde su cueva literariomusical, me aconsejó que sintonizara Radio 3. La música, que hasta entonces era en blanco y negro, se volvió de colores.
José Miguel López, con su programa Discópolis, fue uno de los responsables de que me hiciera adicto a las que se empezaron a etiquetar como músicas del mundo (como si el resto procedieran del espacio).
Cuando los elefantes sueñan con la música fue aquel programa que comenzó su andadura sustrayéndome horas de la noche con abigarradas melodías, siempre mejores que mis sueños.
Trópico utópico es otro de esos aciertos geniales hasta en el nombre, difícil de escuchar sentado, o estático.
Sonideros nos regala una hora ininterrumpida de música bailonga, seguida de más horas que hacen brillar las tardes de los domingos, conducidas por cuatro finísimos dj’s de órdago. De la mano de ellos llegué hasta Café del sur, que nos regala cálidos viajes sonoros de poesía meridional.
En lugar de alejarnos de sus ondas, las nuevas tecnologías han ensanchado el espacio y el tiempo… Los podcasts nos permiten descargar (botón derecho del ratón) y escuchar los programas que queremos cuando podemos.
Porque nos abrieron los ojos, la mente y los oídos. Porque han llenado tantas horas de nuestra vida sin acosarnos con publicidad. Porque nos dejan siempre con ganas de más… Porque estos son solo algunos de los programas y algunas de las músicas con las que desde esta emisora nos han hecho distintos, mejores: Soy hooligan de Radio 3.

PAP



1 comentario:

  1. Querido vaquero:

    Sigo leyéndote, ahora desde Londres. Soy feliz aquí. A veces pienso en el lejano oeste y en qué será de ti.
    Muchos besos,

    Laura Marling

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