martes, 28 de mayo de 2013

La arruga es bella


La otra noche volvió el sonido de la Primavera. La otra noche volví a gozar como en una de aquellas noches en la sala Camelot, hace veinte años.
La noche comenzó de día. Exceso de luz y de frío, que apenas permitió a un público mayoritariamente guiri entrar en calor. Vi un trocito de los Pixies, en la variante femenina que lideró Kim Deal, llamadas las Breeders, que volvieron para salpicarnos con su Last Splash.
Algo antes, a la hora de la siesta, había tocado Mulatu Astatke, al que me perdí… Mala hora para un concierto, los viernes a las 17.30.
Luego vinieron The Jesus & Mary Chain, que, incombustibles, predicaron con su acostumbrada inyección eléctrica. Memorable.
En un festival de música uno va a ver imprescindibles, pero también para descubrir… En esta ocasión, la palma se la llevó la sensibilidad electrónica del cantautor y teclista James Blake. El zagal recuerda a Antony Hegarty, y parece sintetizar en uno los diversos proyectos de este, Antony and the Johnsons y Hercules and Love Affair, con algo de trip-hop por el camino.
El broche de la noche lo puso Blur, a quienes por fin pude tachar de mi lista de pendientes. Comenzando con Girls & Boys se pusieron el listón muy alto, pero tocaron como si jamás se hubieran separado, y nos mantuvieron en vilo durante la hora y media de concierto que, lógicamente, supo a poco.
La organización, milimétrica. Horarios, servicios (incluidos numerosos urinarios), disposición de los escenarios, accesos y demás funcionaron como un reloj, lo cual es de agradecer en un macroevento como este. Aunque solo fuera para estas cosas, el Fórum es un espacio privilegiado. Frente al mar, bajo la luna llena… Próxima parada: Cruïlla.
La arruga es bella, si se debe a la experiencia.

PAP

miércoles, 22 de mayo de 2013

Si no sabes, ¿pa qué te metes?


Quiero escribir las líneas mas tristes esta noche.
A sus 35 años, esta agostada timocracia va en camino de dar a oscuridad su séptima ley educativa, con tanto ruido como la montaña que parió un ratón, aunque con efectos mas corroedores. La LOMCE nos llega como cabezazo contra el toro de piedra y con cierto tufillo a Decreto de Vieja Planta, ahora que se acerca su funesto tricentenario. Pero ¡ojo! También nosotros hemos aprendido la lección.
Sé que algunos esperáis que me acuerde de los muertos del actual ministro de Ignorancia, o que lo tache de mentecato analfabeto o destaque su sospechoso parecido a Gollum, pero no haré tal cosa.
Seguramente os preguntaréis cuántas lenguas domina ese siniestro tipejo… Desde luego, dudo que ninguna de las constitucionales, y no sé hasta qué punto la preconstitucional… Pero debe de ignorar por completo su(s) literatura(s), y por eso la(s) hará desaparecer como asignatura de los nuevos planes de estudios.
Desconozco qué opinará mi antiguo profesor y actual director de la RAE, pero sí que intuyo lo que piensa mi Maestro, su hermano Alberto. A él querría plantearle ahora algunas dudas sobre los peligros que acechan a mis alumnos cuando descubren que la abulia de nuestra sociedad ya fue combatida con la letra hace mas de un siglo; que las falsas bulas de aquel devoto amo de Lázaro tienen su paralelismo en las preferentes (con distintos cómplices); que un poeta creyó que “la España de charanga y pandereta” algún día podría progresar; que se pueden entender las ideas, que se puede conocer la realidad, mas allá de vislumbrar su sombra desde la caverna. Queridísimo Alberto, mi maestro del alma, mi maestro: ¿por qué no me advertiste de esos riesgos?
Es mucho mejor volver a la lista de los reyes godos. Con eso sí que se aprendían cosas útiles.
Wert, que no quiero verte. Preferiría no hacerlo. Y mejor que sea así, pues te haría probar, de mi triste otoño, el dulce fruto. Y pues tu vida es sueño, y tus sueños, pesadillas son, a las ancladas piedras de las fosas te requiero. Vale.

PAP