Este año
2017 será inolvidable. Sobre todo para los que estuvimos en el lugar adecuado
en el momento idóneo (the right place at
the right time). En mitad de Mordor, cuando todo había acabado y mientras
ellos abandonaban el escenario, y después, y aún mucho después, las masas
enfervorizadas nos quedamos gritando: Ooooh-oh,
oh-ooh-ooooh-oooh-ooooooo-oh, ooooooh-ooooh… que en castellano se traduce
“Con mis rayos refulgiendo / Puedo ver adónde voy”.
Para los no
adeptos al Primavera Sound, a Mordor se llega tras un esfuerzo pedestre de
miles de pasos. Como se llega a cualquier cosa verdaderamente importante en
esta vida. Una vez allí, comienza la batalla en forma de conciertazos y gentes
entregadas a la música. Mordor es, hasta ahora, una enorme explanada de tierra
al final del infinito recinto que ocupa el festival. Adquirió ese mote desde
que un año llovió a mares y aquello se embarró y el personal venido desde todos
los rincones de los mapas conocidos, trolls y orcos, elfos, principesas, apicultores
y otros especímenes, continuamos con nuestro plan musical previsto.
Como en la
novela de Tolkien, vencimos frente a las adversidades y, como siempre pasa en
el Primavera Sound, salimos enriquecidos… espiritualmente, claro está.
PAP
PD: Once again, I hope you can understand the lyrics. If you can't, just ask me.