sábado, 29 de diciembre de 2012

La senda de las alimañas


El documental PJ20 repasa los 20 años de carrera de Pearl Jam, que muy pronto publicará su décimo trabajo de estudio.
La génesis de esta banda se debió a Ament y Gossard. De las sucesivas disoluciones de sus primeros grupos surgieron otros como Mudhoney, pero aquellos tomaron un rumbo distinto con Mother Love Bone. Y cuando parecía que el proyecto había cobrado forma definitiva, su cantante Andrew Wood falleció por sobredosis de heroína semanas antes del lanzamiento del primer álbum del grupo. A él le dedicarían el interesante disco Temple Of The Dog, en colaboración con su amigo común Chris Cornell, de Soundgarden.
Sin las cosas demasiado claras, comenzaron a buscar un batería. Sin embargo, Jack Irons, que había estado en Red Hot Chili Peppers, les encontró un cantante. Y así llegó a Seattle el californiano Eddie Vedder, la voz más profunda y mejor modulada del rock contemporáneo. Stone Gossard es el responsable de numerosos riffs imborrables. Mike McCready, un virtuoso a quien nadie había hecho caso y que estuvo a punto de dejar de tocar, se encargó de las virguerías en los punteos. Jeff Ament sería el bajo que no es mero comparsa, sino imprescindible batuta. En pocos meses tenían terminado Ten. Había nacido Pearl Jam.
Visto en perspectiva, sorprende que hace más de veinte años estos muchachos dieran con una madurísima propuesta musical, mezcla de acertadas melodías, ritmos desenfrenados y mensajes coherentes, confirmando la vieja teoría del puer senex. Pero que nadie se lleve a engaño, no se trataba de verdades reveladas, sino de realidades vividas, como las relatadas en “Alive”.
El reino animal ha ocupado un interesante espacio en sus fábulas y églogas postindustriales (“Rats”, “Animal”, “Red Mosquito” o “Bugs”). Las canciones metafísicas también tienen un lugar importante en su producción: “Dissident”, “Sometimes”, “Who You Are”, “Do The Evolution”, “Just Breathe”.  “Present Tense” es una actualización del carpe diem. Hay temas de liberación, como “Release”, “Not For You”, “Rearviewmirror”, e inyecciones revitalizantes como “Spin The Black Circle”, “Habit”, “Lukin” o “Got Some”. “Come Back” y “The Fixer” son ventanas abiertas a la esperanza, aunque en su extensa producción predomina un lírico resquebrajamiento, que encontramos en “Black”, “Betterman”, “Corduroy”…
“Corduroy”, de hecho, puede ser una de esas canciones que quintaesencian la manera de hacer y de decir de Pearl Jam. ¿Trata sobre las consecuencias del éxito buscado? ¿Sobre la tiranía de la fama? ¿Cuál es el alcance fatal de esa soledad última y circular? ¿Cuál el camino de las alimañas? Sin duda, debe ser uno muy distinto al de los animales de corral. Quizás sea esa senda de libre improvisación en la que uno se va adaptando a las circunstancias y escoge su destino… y vive las experiencias que tatúan nuestra mirada para siempre… y las recuerda con el brillo opaco de las perlas.

PAP